Burford mantiene el control en la batalla antimonopolio por la fijación de precios en Turquía
Un magistrado federal de Chicago le ha otorgado a Burford Capital una nueva victoria en su esfuerzo por monetizar las demandas antimonopolio asignadas por Sysco contra la industria del pavo de Estados Unidos.
Un artículo de Reuters informa que el juez Sunil Harjani rechazó los argumentos de Tyson Foods, Perdue, Hormel y Butterball, que alegaban que Carina Ventures, filial de Burford, carecía de legitimación activa o atentaba contra el orden público al presentar el caso a pesar de no haber comprado ni un solo muslo de pollo. La opinión de Harjani enfatizó que es el Congreso, no los tribunales, quien debe decidir si la financiación de terceros es permisible y no encontró pruebas de que Carina o Burford hubieran distorsionado el litigio. También descartó un ataque de equidad centrado en Sysco, señalando que las empresas sofisticadas tienen la libertad de estructurar sus demandas como mejor les parezca.
Esta orden es el último giro en la saga multianual de Burford sobre el precio de las proteínas. Tras invertir 140 millones de dólares estadounidenses para financiar las demandas de Sysco por cárteles de pollo, cerdo y pavo, el financiador se enfrentó a su cliente sobre la estrategia de conciliación, y finalmente recibió las reclamaciones por cesión. Con las disputas por pollo y cerdo prácticamente resueltas, el expediente del pavo es ahora un indicador de si los financiadores pueden asumir directamente el papel de los demandantes cuando los contratos lo permitan.
Para quienes financian litigios, el fallo de Harjani refuerza la idea de que las asignaciones bien redactadas pueden sobrevivir a los desafíos políticos, incluso en casos de precios de alimentos que atraen el escrutinio político. La decisión también desmiente las narrativas de las aseguradoras de que la financiación en sí misma infla la "inflación social".