Comentario: Un impuesto del 41 % al financiamiento de litigios sería contraproducente
El impuesto del 41 por ciento propuesto por el Senado sobre las ganancias provenientes del financiamiento de litigios “no resuelve nada más que la estética” y corre el riesgo de aumentar los costos generales de los litigios, según el columnista fiscal Andrew Leahey.
Una columna en Bloomberg Law argumenta que el proyecto de ley malinterpreta cómo los financiadores obtienen sus ganancias, las cuales a menudo se materializan años después de los desembolsos y solo cuando los casos prevalecen. Esta peculiaridad temporal significa que la tasa nominal sobreestima considerablemente la carga real.
Leahey señala que el borrador también exime a los financiadores respaldados por estados extranjeros, lo que podría atraer capital de países de interés para cubrir cualquier vacío dejado por los inversores estadounidenses. Predice que, de aprobarse, la medida generaría pocos ingresos y generaría impugnaciones constitucionales al amparo de las Enmiendas Quinta y Decimocuarta, en particular por trato discriminatorio y retroactividad.
Para el mercado de financiación legal, la columna cristaliza varios peligros: precios más altos para los demandantes, mayores exigencias de acuerdos a medida que los inversores recuperan los costos, y una transición hacia vehículos offshore opacos, no sujetos a la supervisión estadounidense. Por lo tanto, los financiadores podrían adelantar las operaciones antes de la fecha de entrada en vigor retroactiva e intensificar la defensa de reformas orientadas a la transparencia en lugar de una tributación punitiva.